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2. ¿Qué es el autoconocimiento?

En cada uno de nosotros podemos encontrar a tres personas:

1. La que creemos que somos = autoconcepto

2. La que otros creen que somos = reflejo

3. La que realmente somos = autoconocimiento.

La primera persona, la que creemos que somos, a veces no es la verdadera, ya que en ocasiones estamos confundidos sobre cómo de verdad somos. Muchas veces no nos valoramos lo suficiente y nuestros amigos o nuestra familia nos tienen que recordar lo mucho valemos. Somos más de lo que creemos.

La segunda persona, la que los demás ven, tampoco tiene por qué ser la verdadera. ¿Cuántas veces nos han dicho que somos unos vagos? ¿o que no sabemos comportarnos? En muchas ocasiones, esas afirmaciones retratan más a la persona que las dice, mostrando sus propias expectativas, sus preocupaciones o sus debilidades. Dicho de otra manera, lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro.

Para desarrollar nuestro máximo potencial personal debemos llegar a esa tercera persona: la que realmente somos, para la cual necesitamos llegar a un profundo autoconocimiento.

El AUTOCONOCIMIENTO es un proceso reflexivo por el que una persona adquiere noción de sí misma, de su personalidad, sus cualidades y defectos, sus creencias y valores, necesidades, aficiones y temores.

 

¿Por dónde empezamos para autoconocernos?

Para autoconocerse hay que responder a la pregunta ¿quién soy realmente? Para ello, es interesante hacerse otra serie de preguntas.


A) ¿Cómo soy? La personalidad. 


El primer paso es conocer nuestra personalidad.

 

La personalidad es un conjunto de rasgos y cualidades que configuran nuestra manera de ser y nos diferencian de las demás.

 

Muchos estudios diferencian 5 grandes rasgos de la personalidad, donde las personas pueden tener una puntuación alta o baja en cada rasgo.

1. Apertura a la experiencia. Hace referencia a la tendencia de las personas a buscar nuevas experiencias. Las personas con alta apertura suelen ser más imaginativas, aventureras y les gusta romper con su rutina diaria (piensa en esa persona que siempre pide lo raro del menú, que le encanta ir a nuevos sitios etc.)  Las personas con poca apertura suelen ser personas a los que no les gusta salir de su zona confort y son más cautelosos.

2. Responsabilidad. Muestra lo centrado que estamos en los objetivos. Las personas con alta responsabilidad son muy organizadas y se centran en sus objetivos. Tienen mucha capacidad de concentración, controlan sus impulsos y piensan en el medio y largo plazo. Las personas con baja responsabilidad suelen posponer las tareas y no les gustan planificar con tiempo de antelación. 

3. Extraversión. Es la capacidad de relacionarse con los demás. Las personas con puntuación alta (extrovertidas) tienen necesidad de contacto social con otras personas, suelen ser muy impulsivas y tienden a la acción. Las personas con baja puntuación (introvertidas), son más reservados y prefieren la soledad y no ser el centro de atención.

4. Amabilidad. Es el grado en que una persona se muestra respetuosa, tolerante y tranquila. Las personas con alta puntuación en amabilidad confían en la honestidad de los demás, son humildes, empáticos y tienden a ayudar a los demás. Las personas con baja puntuación son deshonestas y solo buscan su propio interés.

5. Neuroticismo. Hace referencia a la estabilidad emocional de las personas. Las personas con un menor neuroticismo (con una mayor estabilidad emocional) son personas tranquilas y con una alta inteligencia emocional, lo que les permite afrontar las situaciones adversas de una manera adaptativa y positiva. Las personas que exhiben altos niveles de neuroticismo tenderán a experimentar cambios de humor, ansiedad e irritabilidad.





B) ¿Cómo me ven los demás? El reflejo.


El autoconocimiento no es mirar solo hacia adentro (autoconcepto) sino que tengo que mirar hacia afuera y ver cómo me ven los demás (reflejo).

 

Preguntar a mis amigos, familiares etc. cómo me ven es una gran estrategia para poder conocerse mejor. Tal vez me descubran alguna característica (positiva o negativa) en la que yo no había caído antes.

Pero cuidado, es importante saber la opinión de los demás, y valorar que tal vez puede que tengan razón, pero también es cierto que estas personas pueden juzgarnos desde su punto de vista, el cual no tenemos por qué compartir. Por ejemplo, cuando iba el instituto, mi profesor de Historia, Daniel, me dijo que no tenía capacidad de trabajo y que nunca llegaría a nada en la vida. No lo hacía solo conmigo, sino con la mayoría de mis compañeros. Hoy, somos informáticos, profesores, empresarios, músicos etc. Lo que Daniel decía de nosotros, decía más de Daniel, que de nosotros.


C) ¿Por qué somos así? Valores, creencias y comportamiento.


· · Los valores.

Son todo aquello que es muy importante para nosotros: la sinceridad, el respeto, la humildad, la gratitud, la bondad, la lealtad, la familia, el dinero etc. 

· · Las creencias.

Son pensamientos que tenemos de algunas cuestiones y están relacionados con nuestros valores. Por ejemplo, una persona puede tener la creencia de que “siempre hay que ayudar a los amigos”, por lo que probablemente le dé un gran valor a la amistad.

 

Podemos decir que nuestras creencias están relacionadas con nuestros valores y ambos marcan el por qué de nuestro comportamiento.

 

Por ejemplo, mi alumna Cristina estaba enamorada de un chico, pero él se fijó en Fátima, la mejor amiga de ella.  El comportamiento de Fátima, se vio influido por el valor que le daba a la amistad. Aunque a Fátima también le gustaba ese chico, sus valores le decían que la amistad es lo primero, por lo que le dijo que no. De la misma manera, si una persona le da mucho valor a la familia, probablemente tendrá la creencia de que “la familia es más importante que los amigos”, y en el caso de que tenga que elegir en una situación entre su hermano y su mejor amigo, se pondrá del lado de su hermano.

 

Para autoconocerse es importante analizar  de dónde vienen las creencias. Tal vez le demos mucha importancia a unos valores que nos han inculcado desde pequeño, pero al crecer podemos replanteárnoslos.

 

E) ¿Qué soy capaz de hacer? Mis habilidades.


El autoconocimiento no es únicamente rasgos de la personalidad, valores o creencias sino también conocer cuáles son nuestras habilidades. Todos tenemos habilidades especiales en las que destacamos (¡tú también!). Algunos somos mejores en matemáticas, otros dibujando y otros con los idiomas. Ya sé que estás pensado – Oye Javi, es que a mí no se me da nada bien. (Eso es que no los has pensado bien, tranquilo que te ayudo en la página siguiente) 

Muchas habilidades son innatas, pero ten en cuenta que todas ellas se pueden desarrollar. Las habilidades evolucionan si nos formamos y si cogemos experiencia. Por ejemplo, yo siempre pensé que no era especialmente bueno en inglés (¡suspendí en la selectividad!), pero con 32 años me puse a estudiar, a ver todas las series en inglés y a hablar siempre que tenía ocasión. Hoy soy capaz de hacer traducciones de libros de economía en inglés. ¡Nunca es tarde!

Conocer mis habilidades me ayuda a detectar mis puntos fuertes, lo que puede ser muy importante para poder saber hacia dónde puedo seguir enfocando mis estudios.

 

F) ¿Qué es lo que me gusta?


Mucha gente dice, - “A mí no me gusta nada”, pero seguro que si lo piensa seguro que sí hay cosas con las que disfruta. Para saber qué nos gusta podemos preguntarnos. ¿qué podría hacer durante mucho tiempo sin aburrirme?, ¿qué hago y me parece que el tiempo se pasa volando?

Saber lo que te gusta también es importante para conocerte mejor por dos razones:

1. Lo que me gusta está muy relacionado con mis habilidades. Y es que, si algo me gusta mucho, es más fácil desarrollar una serie de habilidades relacionadas. Por ejemplo, si me gustan mucho los ordenadores, desarrollaré habilidades que me permitan manejarlos mejor (escribir más rápido, manejar programas etc.) 


2. Saber lo que me gusta me ayuda a tener más claro lo quiero en la vida, es decir mis prioridades y metas. Si me encantan los ordenadores, me puedo plantear que quiero trabajar en algo de informática, y que voy a estudiar algo relacionado con ello.


G) ¿Qué es lo que quiero? Mis prioridades y metas.


- Mis prioridades me dicen qué es lo más importante en mi vida, aquello que está por delante de lo demás. Una buena manera de establecer las prioridades es creando categorías: mi familia, mis amigos, mi pareja, mi trabajo o estudios, un hobbie etc. 

- Las metas son aquello que queremos conseguir, teniendo en cuenta nuestras prioridades. Así, para saber lo que quiero puede establecer una meta dentro de cada prioridad. Por ejemplo:

- Prioridad familia. Mi meta es ayudar a mis padres y hermanos en lo que necesiten.

- Prioridad estudios. Mi meta es acabar derecho para ser abogado.

Una cuestión importante sobre las metas a largo plazo es que se centran en resultados y no actividades.

 

Entonces, ¿por qué es importante el autoconocimiento?

El autoconocimiento, que trata sobre quiénes somos y cómo somos realmente, es clave en el desarrollo de nuestro potencial. Nos ayuda a conocer qué queremos en la vida y qué aspectos podemos mejorar para conseguirlo.



Muy relacionado con el autoconocimiento, tenemos la autoestima y la autoconfianza de la que hablamos a continuación.

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