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6. Gestión del tiempo

 Mirian del Carmen es una de las mejores alumnas que nunca he tenido. Cuando se encontraba en bachillerato se marcó el objetivo de acabar el conservatorio de danza, algo que le suponía emplear hasta 4 horas todas las tardes. Increíblemente no solo lo consiguió, sino que sacoó un 10 en todas las asignaturas de 1º y 2º de bachillerato. ¿Cómo lo consiguió? Con una increíble gestión del tiempo.

La perseverancia implica ser constante y para ello hay que saber gestionar tu tiempo. 

 

La GESTIÓN DEL TIEMPO es la habilidad de repartir nuestro tiempo para asegurarnos de que podemos llevar a cabo todas las tareas que nos permitan conseguir nuestros objetivos.

 

• ¿Cómo mejorar la gestión del tiempo?

La mayoría de la gente se queja de que no tiene tiempo nada. No te preocupes, aquí algunos consejos para mejorar tu organización del tiempo.

1. Fija tus prioridades. La primera clave para organizar tu tiempo es establecer cuáles son tus prioridades. Como dijimos al hablar de autoconocimiento, una buena estrategia es clasificar una serie de categorías: familia, estudios, mis amigos, alguna actividad o deporte etc. De esa manera, tal vez descubramos que pasar varias horas en Tik-Tok no me permite conseguir ninguna de mis prioridades. Mirian del Carmen tenía claro que su prioridad pasaba por sacar las mayores notas posibles y acabar danza en el conservatorio, y no le importaba no pasar horas en Tik-Tok.

2. Márcate un horario. No es suficiente con decir “mi prioridad son mis estudios, mis amigos y mi familia”. Hay que marcarse unos horarios para conseguir los objetivos que nos ayuden a conseguir nuestras prioridades. Por ejemplo, estudiar de 4 a 6, hablar con mi amigo que lo necesita de 6 a 7 y ayudar a mi madre a 7 a 8. Así me garantizo que hago tareas que contribuyen a mis tres grandes prioridades.  Miriam del Carmen tenía marcadas todas las horas a las que dedicaría tiempo a estudiar, siempre después de las clases de danza.

3. Establece los momentos del día. Todos tenemos unos momentos en los que rendimos más. La mayoría rendimos más a primera hora, por lo que es mejor no dejarte las tareas más exigentes para el final, ya que cuando estés cansando, es posible que te cueste encontrar fuerzas para hacerlo. Además, si tenemos algo difícil para el final, corremos el riesgo de tenerlo en la cabeza todo el día y desgastarnos con el pensamiento. ¿Cuántas veces hemos pasado horas dándoles vueltas a la cabeza con que tenemos que hacer una cosa al final del día? Por eso mucha gente va al gimnasio a primera hora antes de trabajar. Así, nos quitamos la presión de tener pendiente algo importante o exigente.

“Si tienes que comer una rana, mejor hacerlo a primera hora de la mañana”.

Así, podemos dejar para esos momentos donde estamos más cansados o somos menos productivos otras tareas que son más llevaderas.

4. Planifica con tiempo. Es importante que antes de empezar el día tengamos claro nuestra planificación. El domingo es un buen momento para organizar toda la semana y cada día por la noche podemos recordar que vamos a hacer el día siguiente.

5. Céntrate en solo una tarea. Cada vez que cambies de tarea, tu cerebro tiene que adaptarse a ese nuevo contexto, lo que lleva tiempo. Así, cuando estés haciendo una determinada tarea, céntrate solo en esa y olvídate de las demás. Imagina que tienes que estudiar para un examen de mates y realizar un trabajo en grupo de economía, para lo que tenéis un grupo de whatsapp donde comentáis cómo lo vas a hacer. Si estás estudiando mates y cada 5 minutos te pones a contestar a tus compañeros sobre el trabajo de economía, no terminas de centrarte en ninguna de las dos cosas y el rendimiento baja. Lo mejor es establecer una determinada hora para estudiar mates y luego otra en la que puedes comentar cómo hacer el trabajo. Cada cosa en su momento. 

6. Tómate tus descansos. El cuerpo y la mente necesita descansar. Es importante que dentro de tu planificación establezcas los descansos que tu cuerpo necesite. No pienses que Miriam del Carmen no tenía vida social, ella reservaba los fines de semana para cenar con sus amigos. Hay tiempo para todo.

7. Elimina las distracciones. El móvil y las redes sociales son el enemigo cuando queremos hacer una serie de tareas. Deja lejos de ti el móvil, porque muchas veces lo cogemos sin darnos cuenta. Muchas veces lo cogemos para mirar la hora y acabamos 15 minutos en Instagram. Incluso te puedes plantear apagarlo en momentos que necesites máxima concentración. 

8. Organiza tu espacio físico. Tener una mesa limpia y con lo que necesitas a mano nos ayuda concentrarnos y a ser productivo. Es importante que tu mesa sea lo suficientemente amplia y que la silla sea adecuada.

9. Aprende a decir NO. Recuerda que tenemos prioridades. Si para ti lo más importante es aprobar el instituto, estar con tu amigo que te necesita y ayudar a tu madre, puede que no tengamos tiempo para otras cosas. Hay que saber decir NO a esas cosas.

¿Por qué es importante la gestión del tiempo?

La gestión del tiempo puede hacer que consigamos realizar una mayor de tareas, pero la mayor ventaja de la gestión eficaz del tiempo es la capacidad de establecer correctamente las prioridades en tu día para hacer espacio para el descanso y tu vida personal.

Con una buena gestión del tiempo harás más cosas, y además tendrás más tiempo libre, por lo que reducirás el estrés.


Ahora pasamos a ver qué es la resiliencia




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