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6. La capacidad de motivarse a uno mismo

 Mi amigo Alberto estudiaba mucho, pero sentía una gran desconfianza en sus posibilidades. En más de una ocasión, después de haber estudiado durante semanas, se quedaba en blanco delante del examen pensando que no valía para estudiar. Lo peor, es que sabía las respuestas, pero incapaz de escribir. Así es como funcionan los bloqueos.

La llave maestra.

Las emociones negativas intensas absorben toda la atención de las personas, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa. Por el contrario, una motivación positiva, con sentimientos como el optimismo, la perseverancia o la autoconfianza, tiene efectos positivos en el rendimiento.

Lo que parece diferenciar a quienes se encuentran en lo más alto (ya sea en la escuela, el deporte o en el trabajo), de otros que, teniendo una capacidad similar, no alcanzan esos niveles, se debe al trabajo continuado a lo largo de años. Y esta perseverancia, esta capacidad de automotivarse frente a todo tipo de contratiempos que aparezcan, depende fundamentalmente de factores emocionales.

Así pues, las emociones dificultan o favorecen nuestra capacidad de pensar, de planificar, de hacer los sacrificios necesarios para alcanzar un objetivo a largo plazo, de solucionar problemas, etc. Nuestras emociones son las que establecen nuestros límites mentales y determinan así los logros que podremos alcanzar en nuestra vida.

 

La CAPACIDAD DE MOTIVARSE a sí mismo es la habilidad de generar y mantener la energía y determinación necesarias para alcanzar tus metas y objetivos. Implica ser capaz de encontrar la fuerza interna para superar obstáculos y dificultades y seguir avanzando hacia tus metas a pesar de los desafíos.

 

Es por ello que esta capacidad es como una llave maestra, una habilidad que influye profundamente sobre todas nuestras otras habilidades ya sea favoreciéndolas o dificultándolas. Aquellos que tienen esta llave maestra, esta capacidad de motivarse a sí mismos, ven multiplicadas sus habilidades y llegan más lejos que los demás.

Algunos consejos para poder desarrollar esta habilidad de automotivación son:

1. Controla los impulsos.  Las personas que tienen capacidad de motivarse a sí mismos tienen claros sus objetivos y controlan los impulsos. Para conseguir nuestras metas siempre habrá que hacer ciertos sacrificios. Hay que estudiar para poder aprobar el instituto, hay que entrenar para mejorar en un deporte, etc. Siempre vamos a tener tentaciones para no hacer estos sacrificios. Nos puede apetecer estar con el móvil, salir con los amigos o ver series. Todo ello nos da una satisfacción inmediata, pero nos aleja de nuestros objetivos a más largo plazo.

Aquellos que son capaces de controlar sus impulsos y decir NO, mantienen su motivación y su enfoque y tienen más facilidad de conseguir todo lo que se proponen.

2. Sé optimista (pensamiento positivo).  Como ya vimos, ser optimista significa tener una fuerte expectativa de que, en general, las cosas irán bien a pesar de los obstáculos y de las frustraciones. El optimismo no es pensar que las cosas irán bien por arte de magia sino creer que uno tiene la capacidad y la forma de poder de llevar a cabo sus objetivos. 

El optimismo es una actitud que impide caer en la desesperación o la depresión frente a los problemas.

Esta actitud es clave para mantenerse motivado. En la mayoría de facetas de la vida no se necesita un talento descomunal para poder triunfar. Es la combinación entre el talento razonable y la capacidad de perseverar ante el fracaso lo que conduce al éxito. Es decir, conseguir tus metas no depende tanto del talento sino de la capacidad de seguir adelante a pesar de los fracasos. 

3. Disfruta con lo que haces. Una de las claves para estar siempre motivado es disfrutar haciendo un buen trabajo. La sensación de conseguir lo que nos proponemos proporciona una satisfacción que puede ser motivante en sí misma. Las personas que disfrutan con lo que hacen, no solo consiguen un gran rendimiento, sino que, en tales momentos, la persona está completamente despreocupada de lo que hace y su única motivación descansa en el mero gusto de hacerlo.

Por tanto, uno secreto de la motivación es encontrar formas de disfrutar con lo que hacemos. Trata de encontrar actividades que te den una sensación de logro y significado.

 

Uno de los mejores consejos que me han dado, fue de mi padre cuando empecé las prácticas en el banco. Recuerdo que me mandaron a archivar todos los documentos en la oficina principal. Un trabajo que suponía guardar papeles en carpetas durante 7 horas al día. Llegué a casa bastante cabreado y desmotivado al sentir lo aburrido que era ese trabajo. El consejo que me dio mi padre fue “hagas lo que hagas en la vida, intenta siempre hacerlo al máximo nivel al que puedas llegar”. Mi padre acababa de darme la llave maestra.

Al día siguiente llegué al banco con una nueva perspectiva. Me paré a pensar cómo podía mejorar el archivo. Diseñe un sistema que permitía archivar todos los papeles en la mitad de tiempo, y luego, otro que permitía dedicar solo una hora. Mi enfoque había cambiado, ahora cada vez que bajaba el tiempo, sentía una sensación de trabajo bien hecho que acabó convirtiendo una tarea aburrida en una que disfrutaba. Con el paso de los años, cualquier nuevo proyecto que he emprendido lo he hecho con esta perspectiva: “tratar de hacerlo al máximo nivel posible y disfrutar mientras lo hago”. La llave maestra.

 

Conclusión. Canalizar las emociones hacia un fin es una verdadera llave maestra. Ya se trate de controlar los impulsos, de mantenernos positivos ante los contratiempos, o de encontrar formas de disfrutar con lo que hacemos, todo ello parece demostrar el gran poder que poseen las emociones para conseguir que nuestros esfuerzos nos lleven a conseguir nuestros objetivos. 


Ahora llega el momento de la empatía emocional




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