9.1 ¿Por qué hay que tener un consumo responsable?

El CONSUMO RESPONSABLE es una actitud por parte de los consumidores que implica hacer un consumo consciente y crítico ajustándolos a sus necesidades reales y teniendo en cuenta las consecuencias que tiene su consumo. Esta actitud se demuestra, tanto a la hora de comprar un producto o contratar un servicio, como en el hogar, empleando eficientemente los recursos de los que se dispone.

Cuando compramos un producto pensamos que estamos satisfaciendo simplemente nuestras necesidades y que nadie debería meterse en nuestros asuntos. Si me quiero gastar cada año 1000 euros en un móvil nuevo a quién le importa, es mi dinero ¿no? 

Pero el consumo no es un hecho aislado. Cada vez que compro un producto tengo tener en cuenta dos cosas:

a)  Para fabricar cualquier producto es necesario el uso de una serie recursos. Como hemos visto, los recursos con los que cuenta la sociedad son escasos, por lo que es muy importante hacer un uso responsable de los mismos, ya que muchos de estos recursos se agotan. En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en 2050 (como así parece), se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos necesarios para mantener los estilos de vida actuales. De seguir a este ritmo, pronto tendremos problemas con las materias primas más básicas, tanto las renovables (como la madera) como las no renovables.

b) La manera en la que se ha fabricado un producto tiene consecuencias. La fabricación de algunos productos es muy perjudicial para el medioambiente, provocando contaminación que causa enfermedades y muertes. En otras ocasiones se generan residuos que el planeta no puede absorber (la mayoría de estos residuos va a los océanos) lo que está creando auténticos vertederos en el planeta. Nuestros mares y muchos territorios se están llenando de basura, lo que acaba por provocar daños para la salud de los seres humanos.

 

En conclusión, los seres humanos tienen necesidades ilimitadas, pero el planeta posee una capacidad limitada para satisfacerlas ya que los recursos son escasos. Por tanto, el consumo excesivo de las personas lleva a un aumento de la producción y con ello a un deterioro en el medioambiente que está poniendo en riesgo la supervivencia de la especie humana. Se hace imprescindible que empecemos a cambios nuestros hábitos de consumo.

 

Ya sé lo que piensas, - venga ticher, que esto no es para tanto. Pues a continuación te dejo unos datos que te van a dejar patidifuso.

AGUA

- Menos del 3% del agua del mundo es potable, de la cual el 2,5% está congelada en la Antártida, el Ártico y los glaciares. Por tanto, la humanidad debe contar con tan solo el 0,5% para todas las necesidades del ecosistema, del ser humano y de agua dulce.

- El ser humano está contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede reciclar y purificar el agua en los ríos y lagos.

- Más de 1.000 millones de personas aún no tienen acceso a agua potable.

- El uso excesivo de agua contribuye a la escasez de agua mundial lo que pone en riesgo la supervivencia de la especie.

 

ENERGÍA

- Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se ahorrarían 100.000 millones de euros al año.

- Los hogares consumen el 29% de la energía mundial y, en consecuencia, contribuyen al 21% de las emisiones de CO2 resultantes, lo que provoca contaminación. Cabe recordar que la contaminación es causante de una de cada cinco muertes en el mundo (poca broma).

- El consumo doméstico y comercial de energía es la segunda área de uso de energía que más rápidamente ha crecido, después del transporte.

- El uso excesivo de energía (principalmente por la quema de carbón y petróleo) produce el llamado efecto invernadero y el cambio climático. 

 

COMIDA

- Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a 1.300 millones de toneladas con un valor cercano a 1.000 millones de euros) acaba pudriéndose en los cubos de basura.

- 2.000 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso o son obesas.

- El sector de la alimentación representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y un 22% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

 

Es imprescindible que empecemos a reducir el uso excesivo y no necesario de agua, energía y comida, ya que este este es uno de los principales causantes de daños irreparables en el medioambiente.

Ahora veamos cómo es un consumidor responsable