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Elementos Transversales e interdisciplinariedad. ¿MITO?

Cuando tenemos que hacer la oposición resulta absolutamente obligatorio hablar de los elementos transversales y de la interdisciplinariedad. Aunque ambos conceptos tienen matices diferentes, se trata de coordinarnos con otros profesores y otras materias para desarrollar una serie de valores y/o contenidos de manera conjunta.

En la oposiciones se nos ocurren mil ideas con las que podemos trabajar con otros compañeros, que luego en la realidad, seamos serios, pocas veces se llevan cabo. Y es que a los profesores nos cuesta abrir nuestras puertas a los demás. Las clases de los profesores son como una especie de caja negra de un avión. Toda la información está dentro pero nadie sabe lo que hay.

Este año tenía (y tengo) la intención de trabajar seriamente estos elementos junto a otros profesores. Así se me ocurrió hablar con mi compañero Pedro, de filosofía, y le encantó la idea. De esta manera, hemos decidido dar una clase conjunta al mes en el que tratemos temas que enfocaremos desde las dos ramas.

Hoy hemos empezado con el consumo responsable. Algo de lo que hemos hablado largo y tendido en el tema 1 de economía y que Pedro también había tratado en sus clases. Aprovechando la actividad de la obsolescencia programada hemos empezado un debate.




Pedro defendía la postura del vídeo de que el actual modelo productivo basado en un crecimiento infinito es inviable con un planeta finito. Yo he defendido la postura de que si los productos no se quedaran obsoletos, no se produciría y sería imposible mantener nuestro nivel de vida actual.

La idea era separar la barrera profesor-alumno, de manera que nos hemos agrupado en un cuadrado donde no hubiera una cabeza visible. Pedro y yo hemos dado nuestros argumentos iniciales y el debate ha comenzado. Los chavales se han lanzado con sus argumentos (algunos brillantes) y se han rebatido los unos a los otros. 


La verdad que Pedro y yo lo hemos visto como un éxito total. Los alumnos al ver dos profesores "enfrentados" ya no podían limitarse a "repetir lo que dice el profe". Muchos han mejorado nuestros argumentos , otros han cambiado de opinión al oír a otros compañeros y muchos otros han propuesto opciones intermedias. El clímax final ha sido cuando David (en contra del sistema actual) ha reflexionado sobre mis hábitos de consumo y de compra y ha dicho que ni yo mismo estaba a favor de mis propios argumentos.

De hecho, ya hemos pensado en otros cuántos debates y que tareas/proyectos les podemos mandar para poder calificarlos a partir de ahí.

Siempre nos quejamos de que los alumnos son incapaces de pensar. A veces hay que darles los instrumentos necesarios. Tal vez evaluar solo con exámenes teóricos no sea la mejor manera de ayudarles a pensar.





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