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12.2 Sistemas de tipos de cambio fijos

Vídeo explicativo. Sistemas de tipos de cambio fijos y flexibles


Al igual que acabamos de explicar, el banco central se obliga a actuar cuando la moneda se aprecie o deprecie para mantenerlo en el tipo de cambio fijado. Si el TC $/€ sube (apreciación) el banco actúa ofreciendo euros para que este tipo de cambio baje. Si el TC $/€ baja (depreciación) el banco demandará euros para que el tipo de cambio suba.




Ventaja e inconvenientes

Tener siempre el mismo tipo de cambio tiene sus ventajas e inconvenientes

La principal ventaja es que hay una gran estabilidad, ya que ahora conocemos los tipos de cambio con seguridad. Esta seguridad, como sabemos, es positiva para que las empresas lleven a cabo inversiones y por tanto para la producción y el empleo

El gran inconveniente es que se pierde control de la economía. El banco central está obligado a hacer una actuación que a lo mejor no le interesa en ese momento. Por ejemplo, si el país está pasando una crisis, un tipo de cambio alto puede ser muy negativo, ya que los extranjeros comprarán mucho menos en nuestro país y eso puede hacer que perdamos puestos de trabajo.

Devaluación y revaluación.

Precisamente por esto, muchos países se ven obligados se modificar este tipo de cambio oficial. Cuando esto ocurre decimos que hay una devaluación o revaluación:

Una devaluación es una bajada del tipo de cambio oficial (el euro es más barato). Esto provoca que los productos nacionales resulten más baratos para los extranjeros, lo que provoca un incremento de las exportaciones nacionales y con ello podría aumentar el empleo. Esta es una medida muy usada por países en crisis.

Una revaluación es un aumento del tipo de cambio oficial (el euro es más caro). Esto hace que comprar en el extranjero sea más barato, por lo que aumentan las importaciones. Las empresas que necesiten productos fuera de Europa serán por tanto las grandes beneficiadas. El petróleo, por ejemplo, se hace más barato para muchas empresas.


La alternativa: Sistemas semifijos

Para no obligarse a tener que fijar un tipo de cambio oficial, muchos países optan por un sistema mixto. Dejan al tipo de cambio variar según la oferta y la demanda (como en el sistema flexible) pero a su vez fijan unos límites máximos y mínimos en los que intervendrían.






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