ACTIVIDAD 7. CONVIÉRTETE EN EUROPARLAMENTARIO
En primer lugar vamos a leer la siguiente noticia (Fuente: el economista)
El comercio mundial se enfrenta a un nuevo enemigo: la lucha contra el cambio climático. El compromiso de los gobiernos con esta causa está dando lugar a nuevas políticas que entran en conflicto con las alianzas internacionales y el statu quo imperante hasta la fecha. Una tensión que podría derivar en guerras comerciales transfronterizas más frecuentes.
EEUU es uno de los países que está tensionando el sistema. Cada año, llegan a sus puertos decenas de millones de contenedores cargados con productos fabricados en el extranjero a un precio muy reducido, algo beneficioso para el bolsillo de los consumidores estadounidenses, pero no para el planeta. Una situación insostenible que la Administración Biden quiere cambiar acelerando la transición energética y aplicando nuevos aranceles, subvenciones y desgravaciones fiscales. Esto, además, le permitirá reducir su dependencia de China.
La Unión Europea (UE) ha respondido calificando una de las nuevas medidas -los créditos fiscales para equipos y vehículos de energías limpias fabricados en EEUU- de "asesina de empleos". Como consecuencia, las autoridades europeas barajan la posibilidad de presentar un caso comercial ante la Organización Mundial del Comercio. Asimismo, se plantean rediseñar las normas sobre ayudas estatales para financiar la industria de las energía limpias.
Sin embargo, EEUU no es el único que ha recibido críticas por sus políticas para luchar contra el cambio climático, también la UE. En su caso, se debe al mecanismo de ajuste en frontera destinado a evitar que las empresas europeas estén en desventaja frente a los competidores con normas medioambientales menos estrictas. Para conseguirlo, pretende fijar un precio al carbono de las importaciones contaminantes, como son el aluminio, los fertilizantes, el hierro y el acero, entre otras. China y Turquía son dos de los países que han expresado su malestar respecto a esta medida pues, en la práctica, podría acabar discriminando sus productos.
Pese a esto, EEUU también sospesa crear una coalición internacional para imponer aranceles al acero y el aluminio contaminantes. Es más, ya ha enviado una propuesta inicial a la Unión Europea. De materializarse, podría abrir una nueva guerra comercial con Canadá, México, Brasil y Corea del Sur, responsables de la mitad de las importaciones de acero que llegaron a territorio estadounidense en 2022, según publica The New York Times.
Incertidumbre ante la propuesta de la UE
Está previsto que el mecanismo de ajuste en frontera al carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) se empiece a aplicar gradualmente a partir de octubre de este año y coincida con la eliminación del régimen de comercio de derechos de emisión del continente, utilizado desde 2005 para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, todavía genera muchas incertidumbres.
Una de ellas es el sistema para medir las emisiones. Dado que es casi imposible seguir la producción de todas las importaciones, lo que propone la Comisión Europea es usar cifras medias, lo que podría terminar beneficiando a los productos más contaminantes. Otro es que se fomente la fuga de emisiones en los mercados globales al eliminar la exención a los exportadores europeos de pagar el precio del carbono, señala Pedro Linares, profesor de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-Icade, a Expansión.
Aunque es difícil saber con exactitud cuál será su impacto, las estimaciones marcan que, para los metales básicos y la industria automovilística -los más expuestos internacionalmente-, ascenderá a 2.500 millones de euros.
REALIZA LA SIGUIENTE ACTIVIDAD.
Actualmente muchos países están tratando de aprobar leyes que protejan el medioambiente. Algunas de las más polémicas con las que se muestran en la noticia, donde se trata de poner aranceles a productos contaminantes que vengan de otros países.
Ahora vamos a imaginar que se propone una nueva ley que supone imponer impuestos a todos los productos que sean contaminantes de alguna manera (tanto productos nacionales como extranjeros). Esto en la práctica supondría que en un principio muchos productos aumentarían de precio, pero obligaría a las empresas a poco a poco tener que encontrar mejores medios de producción no contaminantes.
Supongamos que todos los alumnos de esta clase somos los europarlamentarios que tenemos que aprobar esta ley y por tanto tenemos dos opciones.
A. A FAVOR DE LOS IMPUESTOS DE CUALQUIER PRODUCTO CONTAMINANTE (lo que supondría proteger el medioambiente, pero aumentar los precios de muchos productos para todos los ciudadanos).
B. EN CONTRA DE LOS IMPUESTOS DE CUALQUIER PRODUCTO CONTAMINANTE (lo que supondría que los precios de los productos se mantendrían baratos, pero seguiríamos perjudicando al medioambiente).
Esta actividad la vamos a dividir en tres partes.
1. Empezamos con un pequeño DEBATE en donde defendemos nuestro punto de vista (a favor o en contra de la ley) e intentamos convencer a los demás con nuestros argumentos, ya que queremos ganar la votación.
2. Realizamos la votación (a mano alzada) y hacemos el recuento. Si salen más votos a favor la ley se aprueba, si salen más en contra, se rechaza.
3. Reflexión final ¿por qué motivos crees que ha salido este resultado? ¿crees que en la vida real el resultado sería el mismo?