14. OBLIGACIONES FISCALES Y LABORALES. SISTEMA FISCAL VASCO
• Obligaciones fiscales y laborales
Todas las empresas deben cumplir con unas obligaciones fiscales y laborales. La empresa forma parte de la sociedad, y como tal, debe contribuir al bienestar común cumpliendo con las normas establecidas. Cumplir con estas obligaciones no es una opción, sino un deber legal y ético.
A) Obligaciones fiscales
Toda empresa debe pagar impuestos. Con este dinero, el Estado financia servicios esenciales: educación, sanidad, infraestructuras, seguridad, justicia…
Las principales obligaciones fiscales de una empresa son:
- Declarar y pagar el IVA.
- Pagar el Impuesto de Sociedades (o IRPF si es autónomo).
- Pagar los impuestos correspondientes a los salarios de sus trabajadores.
- Cumplir con los plazos y la normativa de la Agencia Tributaria.
No cumplir con estas obligaciones supone fraude fiscal, lo que conlleva sanciones económicas, pérdida de reputación y, en casos graves, consecuencias penales.
B) Obligaciones laborales
Además de cumplir con Hacienda, la empresa debe garantizar los derechos de sus trabajadores.
Las principales obligaciones laborales de una empresa:
- Dar de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social.
- Pagar los salarios conforme al convenio y las horas trabajadas.
- Cumplir con la prevención de riesgos laborales.
- Respetar los derechos de descanso, vacaciones, igualdad y no discriminación.
- Etc.
Cumplir con todas estas obligaciones es un deber legal… y también moral. Cuando pagamos los impuestos y respetamos los derechos laborales contribuimos a una sociedad más justa.
• Sistema fiscal vasco y la Seguridad Social
Cuando hablamos del País Vasco, existen algunas particularidades en su sistema fiscal que conviene conocer.
El País Vasco cuenta con un sistema fiscal singular, diferente al del resto de comunidades autónomas, gracias al régimen foral que reconoce la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía.
¿Cómo funciona?
Cada uno de los tres territorios históricos (Álava, Bizkaia y Gipuzkoa) recauda y gestiona sus propios impuestos a través de sus respectivas Diputaciones Forales.
Una vez recaudados los impuestos, las instituciones vascas pagan una cantidad al Estado llamada "cupo", que sirve para financiar servicios generales (defensa, relaciones exteriores, etc.).
Ventaja: Permite adaptar las políticas fiscales a la realidad económica de cada territorio y acercar la administración tributaria a empresas y ciudadanos.
En cuanto a la Seguridad Social, es gestionada por el Estado, y no está transferida al Gobierno Vasco, aunque existe coordinación con los servicios de salud autonómicos.