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La semilla de 2012 - Moving

Mi historia con las oposiciones


- Prólogo - Believer

- La decepción de 2006 - Only human

- El fracaso de 2008. -19 días y 500 noches después

- El caballero blanco de 2010- Oh ángel sent from up above.

- La semilla de 2012 - Moving. 

- Los experimentos de 2014 - Es mentira

- La prueba beta de 2016. - Whatever it takes

- El último gran héroe de 2018. - Eso que tú me das

- La prueba de fuego de 2021 - A contracorriente

- La mentalidad sublime de 2023. (en curso)


Consejos para afrontar las oposiciones de educación (Próximamente)


Para estas oposiciones de 2023 he decidido elaborar una guía y unos consejos para ayudar a los miles de opositores que sueñan con una plaza. Pero para entender todo lo que tengo que contar es necesario que conozcas primero mi historia. Hoy seguimos con la cuarta parte: la semilla de 2012

La semilla de 2012

Después de conseguir la plaza en julio de 2010, y de un merecido verano de celebración en celebración, todo el mes de agosto esperé ansioso para saber cual sería mi primer destino. Eran los años en donde la especialidad de economía era todavía residual en muchos institutos. En la mayoría, solo había hueco para un profesor de la especialidad, y muchas veces tenía que completar el horario impartiendo otras asignaturas. Así, cuando te sacabas una plaza, lo más habitual era que te mandaran al último rincón en la dirección opuesta de tu casa. Y si eres de Albacete, y tu plaza está en Andalucía, ese último rincón solo podía ser uno: Huelva.

 

Pronto descubrí que lo mejor de la profesión docente son los compañeros que encuentras en el camino. Para mí, mi primer contacto de gran impacto fue Jesús. Jesús tenía poco más de 50  años y había pasado un buen número de ellos siendo inspector jefe en Huelva, pero ahora había vuelto a la docencia.  Así, si se trataba de aprender la profesión, y todos sus entresijos, quién mejor que él. Estar a su lado durante dos años, supuso un curso acelerado de cómo ser un buen docente. A día de hoy, sigo usando los muchos consejos que recibí por su parte.

 

Me apunté al equipo de baloncesto de la ciudad y pronto hice muchos amigos. Después de 5 duros años con las oposiciones, por mi cabeza en esos momentos lo único importante era convertirme en el mejor profesor posible y disfrutar de la vida. Parte de dicho disfrute era conocer los maravillosos rincones que ofrecía Huelva y sus proximidades. Cada fin de semana era un nuevo descubrimiento: Mazagón, Moguer, Palos de la frontera, Aracena, Punta Umbría, Isla Antilla, Matalascañas, El Rompido, Ayamonte, el Algarve portugués, Sevilla, etc. 

 

Pero ,si tuviera que destacar dos cosas de Huelva, estas serían su gastronomía y su gente. En pocos sitios me han recibido tan bien y me han dado tan bien de comer como en Huelva. Tan encantado estuve durante ese primer año, que elegí repetir al siguiente. Y todo eso a pesar de que estaba a más de 600 kilómetros de casa.

 

Mi primer curso, el 2010-2011, había sido altamente satisfactorio. En lo personal, todo mi tiempo libre se había enfocado en pasarlo bien y en recuperar ese tiempo que consideraba que había perdido con tanta oposición. En lo profesional, la docencia era altamente satisfactoria y disfrutaba mucho en clase con mis alumnos. Sin embargo, al final de ese primer curso me di cuenta de que esa llama que se había encendido durante la última oposición, esa sed de conocimientos y de mejora continua, seguía latente en mi interior. 

 

En mi proceso de investigación y elaboración de temas, me había enamorado de la economía. Así que pensé, que ya que era profesor de la especialidad, y a pesar de tener la carrera de ADE, no estaba de más que me sacara la carrera de economía. Revisé los créditos que tendría que cursar para obtener la licenciatura, y después de algunas convalidaciones, tendría que cursar unas 18 asignaturas. Comprobé las guías docentes y vi que muchos contenidos ya los había estudiado en la oposición, así que me matriculé de las 18 asignaturas, con el objetivo de acabar la licenciatura en un solo año.

 

En el curso 2011-2012 compaginé las clases como profesor, la obtención de mi segunda licenciatura y mis muchas ganas de seguir conociendo las fascinantes tierras andaluzas. Mientras tanto, a finales de 2011, el PP llegaba al gobierno, y una de sus primeras medidas era decretar que solo se podrían sacar plazas equivalentes al 10%  de la tasa de reposición. Es decir, que solo se cubría una plaza por cada diez funcionarios que causan baja. En la práctica, eso supuso que las oposiciones de educación se congelaran en 2012 en toda España (congelación que duraría varios años). Era un duro palo para miles de opositores, que a pocos meses de la oposición, y tras muchos meses de estudio, veían como les cortaban sus opciones de convertirse en funcionario. 

 

En un acto, llamémoslo de rebeldía, la Junta de Andalucía gobernada por el PSOE sacaba en febrero de 2012 una convocatoria de oposiciones de 2.400 plazas. Esto suponía una clara violación del Decreto del Gobierno, pero fue recibido con los brazos abiertos por más de 30.000 opositores que pagaron las tasas para presentarse a dicha convocatoria. Andalucía se convertía así en esa pequeña Galia de los cómics de Asterix y Obélix, que resiste ante las órdenes del imperio Romano. El efecto llamada iba a ser evidente. Si Andalucía iba a ser la única Comunidad Autónoma que sacaría una convocatoria adelante, habría miles de opositores de toda España que vendrían aquí a luchar por una de esas 2.400 plazas. Los andaluces son así, en su tierra todas las personas son bien recibidas sin importar su raza, origen, u otra condición. 

 

En ese febrero de 2012, pocos días después de la convocatoria de la Junta, mi teléfono sonaba, y en la pantalla aparecía un nombre que llevaba mucho tiempo sin ver. ¡Era “J”!. Llevaba mucho tiempo sin hablar con él, así que tras ponernos al día, me desveló el motivo de su llamada. Desde un sindicato de Albacete, querían organizar un curso para los cientos de opositores de Castilla La Mancha que se iban a presentar en Andalucía. Estaban buscando a una persona que impartiera dicho curso, que se debía adaptar a toda la normativa andaluza y que sería válido para todas las especialidades de secundaria y de FP. 

 

Lo primero que me sorprendió es que no fuera el propio “J” el que impartiera ese curso. Estaba claro que era el número 1, y en 2010 ya nos había preparado con éxito a todos los que nos habíamos decidido por presentarnos en Andalucía. “J” me insistió en que consideraba muy importante que la persona que impartiera el curso fuera un profesor en activo en Andalucía. Me sentí tremendamente halagado, debido a que éramos muchos los que habíamos aprobado en Andalucía bajo su tutela. Y por supuesto, estaba “S”, la cual yo consideraba la auténtica reina de las defensas. ¿Por qué elegirme a mí antes que a ella? 

 

“J” me recalcó que para realizar el curso se necesitaría elaborar un documento muy extenso para los opositores. Además, habría que adaptarlo a cualquier especialidad, no solo de secundaria, sino también de FP. Era algo para lo cual él no nos había entrenado, por lo que se necesitarían horas de investigación y reflexión.  Según “J”, mi  capacidad de trabajo, mi habilidad para extraer conclusiones y para luego transmitirlas, me convertía en el idóneo para el puesto. 

 

En un primer momento, no estaba entusiasmado con la idea. En efecto, la simple preparación del curso me llevaría varias semanas de investigación. Además, sobre mis hombros se iba a depositar una enorme presión, ya que cientos de opositores iban a preparar una programación didáctica en base a los consejos que yo les iba a dar. El curso se realizaría en 4 sesiones de 4 horas cada una, a lo largo de un intenso fin de semana en donde tendría que hacer más de 1.200 km en dos días. Pero cuando “J”, la persona gracias a la cual has conseguido tu plaza, te pide algo, tú simplemente lo haces. Como mis padres se han cansado de enseñarme, es de bien nacido ser agradecido, y fruto de ello, detesto a las personas que no son agradecidas con aquellos de quien reciben ayuda. Para “J” era importante que yo diera ese curso, y era lo mínimo que en ese momento podía hacer.  

 

Empecé mi investigación para adaptar una programación didáctica de economía a cualquier especialidad. Me inmergí en el mundo de la FP, leyendo toda su normativa particular y descubriendo todos sus entresijos. Un mes después, tenía elaborado un documento final, con una serie claves para elaborar una programación y unos consejos de cómo afrontar la defensa ante al tribunal. El documento tenía aproximadamente unas 50 páginas y en título se leía “Cómo elaborar una programación didáctica en secundaria y FP”.

 

Las oposiciones se iban a celebrar en junio de 2012, por lo que el curso estaba programado para mayo, aunque se escuchaban muchos rumores de que el Gobierno acabaría por tumbar la convocatoria andaluza. Los días iban pasando, y el límite para presentar cualquier recurso era el 22 de abril. Finalmente, el 20 de abril, el Gobierno recurría al Tribunal Constitucional, lo que en la práctica suponía paralizar todo el proceso de oposiciones durante meses. En septiembre de 2012 el Constitucional daba la razón al Gobierno, con lo que eliminaba la posibilidad de que se llegara a llevar a cabo dicha convocatoria, quedando así anulada para siempre. Para poner un poco más de sal en la herida , ese mismo septiembre, y como medida para contener el gasto público, se habían aumentado las horas lectivas de los profesores de 18 a 20. Dicha medida supuso la pérdida del puesto de trabajo de 4.500 interinos en Andalucía, lo que, junto con la cancelación de las oposiciones, suponía el hachazo definitivo que hacía volar por los aires las ilusiones de miles de personas que soñaban con una plaza en la docencia.

 

Me dio pena que el curso no se realizara definitivamente. Después de muchas semanas de arduo trabajo, había llegado a un documento que podría ayudar de manera gratuita a cientos de opositores. El curso había alcanzado para mi cierto valor sentimental, ya que me veía identificado con muchos de los opositores que iban a asistir. Seguro que muchos de ellos se sentían tan perdidos como yo en 2008, y no tenían ni idea de qué estaban haciendo mal. Ese curso serviría para abrirles los ojos para siempre, de la misma manera que “J” me los había abierto a mí. Pero ahora, la guía que con tanto cariño y esfuerzo había elaborado nunca vería la luz.

 

El documento quedaba así archivado en un rincón de mi ordenador. Sin embargo, “J” había instaurado una semilla dentro de mi cabeza. La idea de que con mis conocimientos tenía la capacidad de ayudar a muchos opositores que se encontraban perdidos. Esa semilla puso en movimiento una serie de acontecimientos que llegan hasta nuestros días. Por eso, la canción de hoy es “Moving”, porque “una gota junto a otra hace oleaje, luego mares y océanos. Nunca una ley fue tan simple y clara: acción, reacción, repercusión”

 


Ahora la semilla tendría que germinar, y el primer movimiento serían los experimentos de 2014.





LA PREPARACIÓN PARA UNAS OPOSICIONES DE SECUNDARIA Y FP


Mi experiencia en la preparación de oposiciones (resumen)


- Prólogo - Believer

- La decepción de 2006 - Only human

- El fracaso de 2008. -19 días y 500 noches después

- El caballero blanco de 2010- Oh ángel sent from up above.

- La semilla de 2012 - Moving. 

- Los experimentos de 2014 - Es mentira

- La prueba beta de 2016. - Whatever it takes

- El último gran héroe de 2018. - Eso que tú me das

- La prueba de fuego de 2021 - A contracorriente

- La mentalidad sublime de 2023. (en curso)


CONSEJOS PARA AFRONTAR UNAS OPOSICIONES DE SECUNDARIA Y FP 

- Consejo 1: busca un buen preparador

- Consejo 2: gestiona tu tiempo

- Consejo 3: adáptate al sistema

- Consejo 4: ponte dificultades

- Consejo 5: no te creas todo lo que oyes

- Consejo 6: Sé diferente 

- Consejo 7: Afila el hacha 


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